APRENDIENDO A AMAR
Como hija pequeña de uno de los baronet más rico
de Inglaterra, y más al ser la favorita de su padre, Jane se ha criado rodeada
de amor, comodidad, y respetabilidad. Su pequeña familia está compuesta por su
padre sir Richard Grayson, su hermano mayor James, su cuñada Alice, su otro
hermano Harry, y su estimada institutriz la señorita Spencer, que es más una
madre que una empleada.
Es por ello que Jane siempre pensó que el amor era
algo dulce y apasionado que te envuelve de felicidad, y quizás este sea el
motivo de su búsqueda del hombre perfecto. Por desgracia la realidad no se asemeja
a los deseos, y acaba dándose cuenta que la búsqueda de este candidato es una
odisea, y que tendrá que conformarse con un matrimonio de conveniencia que solo
le aportaría cariño y compromiso.
Pero un día, tras mudarse a Londres para la
temporada social y a causa de su travieso gato Bolita, Jane descubre al hombre
de sus sueños en su vecino, el nuevo conde de Brandbury.
Pero ni su cara bonita, ni su sonrisa contagiosa,
pueden eclipsar el amor que el conde siente por su prometida secreta. Solo la
necesidad de una dote de dicho noble hará que Jane tenga una oportunidad para
conseguirlo pero, ¿Cómo puede competir contra el verdadero amor? ¿Conseguirá
hacerle ver a lord Brandbury que ella es la mujer perfecta para él?
LORD
BRANDBURY
Braxton Jennins, Conde de Brandbury es un joven
noble que acaba de heredar el título junto con las deudas familiares. De espíritu
emprendedor pero tremendamente serio, aprendió desde pequeño que los
sentimientos nunca deben ser escuchados, y que solo la lógica tiene cabida en
su mundo. Conocido por su temblante serio, distinguido y atractivo, es un
hombre que decidió abandonar el seno de la familia tras años de soportar los desplantes
de su padre, y decidió emplear la pequeña herencia de su difunta madre en
hacerse un hombre de negocios, algo que disgustó aún más a su progenitor.
Es por ello que el mundo de Braxton está marcado
por el deber, la ambición y la determinación por encima de los sentimientos.
Solo la regía belleza de lady Chalotte conseguirán calmar su corazón y darle algo
de paz. Pero el infortunio aún no había acabado con Braxton pues, al heredar
las deudas de su padre, su propia fortuna estará en peligro de perderse a manos
de los acreedores.
Es por ello que Braxton teme perder a Charlotte
cuando esta descubra su situación económica, como también teme perder todo lo
que tras años de esfuerzo ha conseguido.
Solo un matrimonio de conveniencia lograría
salvarlo, y solo una mujer podría darle el dinero que necesita y calmar su
corazón dolido. Pero, ¿Será capaz de aprovecharse del amor que Jane siente por
él? ¿Logrará olvidar a Charlotte a través de la dulce sonrisa de la señorita
Grayson?
LADY
CHARLOTTE WHESTTON
Charlotte es una mujer criada en la opulencia que
siempre ha creído que su espectacular belleza y su noble cuna le conseguirá todo
lo que desea. Criada como digna sucesora de su fría madre, Charlotte sabe que
tiene a lord Brandbury comiendo de su mano por lo que ve seguro su puesto como su
futura condesa.
Pero la vida desahogada a la que está acostumbrada
está a punto de venirse abajo, cuando se entera que su familia ha dilapidado el
dinero y solo un matrimonio de conveniencia podrá salvarlos.
Esperanzada en que la herencia Braxton pronto los
sacará de la ruina, y sabiendo que él aún sigue enamorado de ella, Charlotte no
ve peligrar su futuro hasta una fatídica noche tras un baile. Pero, ¿Será más
importante su posición social o la posibilidad de ser feliz junto a un hombre
que la ama?
BOLITA
Criado como la mascota mimada de Jane, está
acostumbrado a salirse con la suya y a no pagar las consecuencias de sus travesuras.
Con su rechoncho cuerpo felino y su largo pelaje de angora, el sinvergüenza gato
decide escaparse de su hogar para colarse en el jardín del conde de Brandbury,
y poner patas arriba a todos sus sirvientes para buscarlo.
Pero pronto Bolita caerá bajo el embrujo de
Braxton, y solo él conseguirá cazarlo consiguiendo como recompensa manchar sus caros
pantalones de pelo blanco, y el profundo agradecimiento de su vecina Jane. Por
no mencionar la férrea fijación de Bolita de volver a escaparse para ir a su
encuentro.
